martes, 1 de julio de 2008

Cómo conseguir entradas para una final...

... y no arruinarte en el intento.

En realidad la historia esta entrada la debería contar Jon, que es el protagonista y no yo. Pero bueno, si lo lee, puede corregir las inexactitudes.

Todo comenzó el día que Oscar y Jon se bajaron a Insbruck (yo no fui porque estaba enfermo) el primer partido de la selección en esta Eurocopa contra Rusia. Fueron sin entradas, a la aventura y a ver si tenían suerte. Y usando sus propias palabras:
Mientras me echaba el piti post-desayuno en el banco que había delante de nuestro hotel, un taxi de la UEFA pasó de largo, pero me dio la impresión de que era Villar el del coche, así que tiré el cigarro y cuesta arriba corriendo en chanclas detrás del taxi de la UEFA. Afortunadamente se habían equivocado de dirección y al volver, les pillé. Apuntó mi nombre y número de teléfono. A las 2 horas me llamó un ayudante, pero me puso con Villar:"Oye Jon! Que te he reservado dos entradas....". INCLREIBLE

Así es como Jon consiguió, de manera indirecta, el móvil de Villar. Y mientras tanto Oscar se encontró con Manolo Lama y también consiguió su número de teléfono.

Y claro, después de la fantástica semifinal, decidimos irnos unos cuantos a Viena. Con entradas o sin ellas sabíamos que iba a merecer la pena el viaje, aunque sólo fuera por ver el ambiente.


Así que lo preparamos. B
uscamos alojamiento en el FunCamp, que no era otra cosa que la feria de muestras de Viena, acondicionada como lugar de reunión / alojamiento de los Fans de las diferentes selecciones. En plan campamento, con literas. Muy bien organizado, la verdad.


El tema entradas, la verdad es que estaba bastante más chungo. Jon y Oscar habían intentado con sus "nuevos contactos" conseguir entradas, pero o no respondían (Manolo) o les decían que no había nada que hacer (Villar), que estaba todo vendido.

Probamos también a través el primo de un amigo mio que había conseguido entradas, pero las revendía bastante más caras.

También lo intentamos a través del primo sobrino de una Carbayona que jugaba en el mismo equipo que el hermano de Santi Cazorla... y tampoco.

Así que la única solución que nos quedaba era intentar estar el domingo a primera hora en la zona de taquillas... y esperar un milagro (hay veces que devuelven entradas de última hora, o no se recogen las que están reservadas).

Jon, en un último intento, volvió a llamar a Villar y tuvieron una conversación algo parecida a esta:
Jon: "Hola Angel, ya dirás que soy un pesado.."
Villar: "Si, un poco pesado sí que eres, pero cuenta..."
Jon: "Es que mañana vamos a estar seguro en Viena..."
Villar: "Mira, ahora no te puedo decir nada, pero si vais a estar en Viena, llamadme a eso de las 1 del mediodía y entonces sabré algo. ¿Cuántas necesitáis?"
Jon: "5 entradas" (ahí Jon se lió, ya que éramos 6)

Así que decidimos salir la mayoría el domingo a las 5 de la mañana (bueno un poco más tarde, que me quedé dormido) en coche hacia Viena (Oscar vendría más tarde en tren).

Llegamos a la taquilla a las 10 de la mañana, pero había una cola enorme y sólo las abrieron para poner el cartel de "sold out". Vamos que nada. Incluso había gente que se puso un poco borde, porque había estado ahí esperando desde las tantas de la madrugada a que abrieran.

El mercado de segunda mano, chunguísimo: 600 EUR por las entradas más baratas (las de fondo de 190EUR precio oficial) y de ahí para arriba.

A eso de las 12, ya casi totalmente desesperados, se empezó a correr un rumor entre los aficionados españoles.

"Dicen que hay un avión en Madrid que no ha podido despegar, con gente que tenía reservadas entradas y que no van a llegar a tiempo. Vamos a ver si conseguimos esas entradas."
Y todos fueron como borregos a la taquilla, de nuevo. Nosotros lo que hicimos fue llamar de nuevo a Villar, que nos dijo que nos pasáramos al Hilton Plaza, donde estaba la selección.

Así que cogimos el coche, y a toda leche por mitad de Viena (por cierto, en Viena hay 3 hoteles Hilton, y mi GPS nos envió al principio al que no era). Totalmente estresados llegamos finalmente al hotel, donde estaba el autobús de la selección.


Jon volvió a llamar:
Jon: "Hola Angel, estamos abajo, en la entrada del hotel"
Villar: "Estoy mirando por la ventana, ¿eres el de camiseta roja con gafas de sol?"
Jon: "Si"- mientras se apoyaba en Luis
Villar: "Ahh! y el de la lado es tu bastón, ¿no?
Jon: "Si, bueno..."
Villar: "Ah y ahora viene una chica de azul (Lorena con su bandera asturiana). Pero no le des un beso, ¿eh?"
Jon: "¿Por qué no?"
... (la conversación siguió así un rato)
Jon: "Esto, que necesitaríamos 6 entradas..."
Villar: "Bueno, creo que nos queda alguna de la zona 2, de 335EUR"
Jon: "Vale, nos las quedamos..."

Y al rato bajó un ayudante, con un par de sobres, le dimos las pelas y el nos dio un sobre con nuestras entradas. Le preguntamos por el otro sobre y nos dijo: "Ah! Estas son para el presidente del Málaga. Por cierto, y vosotros de que conocéis a Angel?"

"¿Nosotros? ¿A Angel? De toda la vida" :p

En fin, esa es más o menos la historia.
Lo que ocurrió después, en otro post.

3 comentarios:

Sugus dijo...

Lo flipo, es que lo flipo.

Estan son las cosas que ma hacen arrepentirme de haberme ido de Erlangen.

Es que con vosotros, las historias de los demas son una monotonia.

Anónimo dijo...

También lo intentamos a través del primo de una que jugaba en el mismo equipo que el hermano de Santi Cazorla... y tampoco.

una? me llamas UNA?? una cualquiera que pasaba por allí?

:'o(

jo, Migue, me has destrozado con tan poca deferencia hacia mi persona...

y no era mi primo, sino mi sobrino!!!

Anónimo dijo...

ya me gusta más :o)

y que sepas que Yo te perdono, pero sigues teniendo que invitarme a un helao por los daños morales ya irreparables causados a Ego.

c'est la vie.